Australia limitará temporalmente durante un año los precios del gas a 12 dólares australianos/GJ (8,1 dólares/GJ o 3 céntimos de dólar/kWh) y los del carbón a 125 dólares australianos/t (84,6 dólares/t) para ayudar a los hogares y las empresas a hacer frente a la subida de los precios de la energía. El gobierno australiano también apoyará a los productores de carbón cuyos costes superen esa cifra. El tope del precio del gas se aplicará a las nuevas ventas al por mayor de gas de los productores de la costa este y el del carbón al carbón utilizado en la generación de electricidad.
El Gobierno también ha acordado proporcionar una ayuda a la factura eléctrica de hasta 1.500 millones de dólares australianos (1.000 millones de dólares estadounidenses) a los hogares y pequeñas empresas australianos, a partir del segundo trimestre de 2023.
Además, el Plan australiano desbloqueará alrededor de 10.000 millones de dólares australianos (6.800 millones de dólares estadounidenses) de inversión de los sectores público y privado en almacenamiento y generación limpios y gestionables para garantizar un suministro eléctrico fiable y asequible y reducir de este modo la exposición a los altos precios del carbón y el gas a medio y largo plazo.
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