BP ha hecho públicos sus resultados de 2020, en los que ha registrado una pérdida de 20.300 millones de dólares (frente a un beneficio de 4.000 millones en 2019), debido a los importantes deterioros y cancelaciones de exploración realizados en el segundo trimestre de 2020. El grupo se vio afectado por una demanda deprimida debido a la pandemia del COVID-19, por la bajada de los precios del petróleo y el gas, y por la continua presión sobre los márgenes de refinado. Sin embargo, logró reducir los costes de producción (-6,5% para los costes unitarios de producción en la fase previa). A pesar de los nuevos proyectos puestos en marcha en 2020 -Ghazeer en Omán, Vorlich en el Reino Unido y KG D6 R-cluster en la India-, la producción upstream disminuyó un 9,9% debido a las desinversiones.
BP ha completado la venta de más de la mitad de su objetivo de desprenderse de 25.000 millones de dólares de activos para 2025 y ahora tiene previsto vender entre 4.000 y 6.000 millones de dólares de activos en 2021. El grupo acaba de llegar a un acuerdo con la empresa nacional tailandesa de exploración y producción de petróleo PTT Exploration and Production (PTTEP), según el cual BP venderá a PTTEP una participación del 20% en el bloque 61 de Omán por 2.600 millones de dólares. Se espera que la transacción, sujeta a la aprobación del Sultanato de Omán, se complete en 2021. BP conservará el 40% del bloque y seguirá siendo el operador; otros socios son OQ (30%) y Petronas (10%). El bloque 61 alberga el mayor desarrollo de gas de baja permeabilidad de Oriente Medio y se han puesto en marcha dos fases de desarrollo en 2017 (Khazzan) y 2020 (Ghazzer) para explotar 10.500 bcf (casi 300 bcm) de recursos de gas y producir 1,5 bcf/d (42 mcm/d o 15,5 bcm/año) de gas y más de 65.000 bbl/d de condensado.