El Senado estadounidense ha aprobado la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, que incluye 369.000 millones de dólares en programas de seguridad energética y cambio climático para los próximos diez años. Las inversiones combinadas en el proyecto de ley podrían poner al país en la senda de una reducción de aproximadamente el 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 respecto a los niveles de 2005. El proyecto de ley se enviará ahora a la Cámara de Representantes, donde debería ser aprobado a finales de esta semana. A continuación, el texto será convertido en ley por la Casa Blanca.
El proyecto de ley proporcionaría créditos fiscales y subvenciones para reducir las emisiones de la producción de electricidad, el transporte, la fabricación industrial, los edificios y la agricultura. Se trata de 30.000 millones de dólares en un programa de subvenciones y préstamos específicos para que las empresas estatales y eléctricas aceleren la transición a la electricidad limpia, un acelerador de tecnologías limpias de 27.000 millones de dólares para apoyar el despliegue de tecnologías que reduzcan las emisiones y un programa de reducción de emisiones de metano para reducir las fugas de la producción y distribución de gas natural. El proyecto de ley cuenta también con 60.000 millones de dólares de incentivos para atraer la fabricación de energías limpias al país, incluyendo créditos fiscales a la producción para acelerar la fabricación en Estados Unidos de paneles solares, turbinas eólicas, baterías y procesamiento de minerales críticos. El proyecto de ley también exigirá al Departamento de Interior que restablezca las perforaciones petrolíferas en el Golfo de México. Además, el proyecto de ley ofrecería una serie de incentivos a los clientes para aliviar los altos costes de la energía y reducir las facturas de los servicios públicos. Esto incluye incentivos directos a los consumidores para que compren electrodomésticos de bajo consumo y eléctricos, vehículos limpios y energía solar en los tejados, y para que inviertan en la eficiencia energética de los hogares.
En abril de 2021, el gobierno se comprometió a reducir las emisiones de GEI del país en un 50-52% por debajo de los niveles de 2005 para 2030. Estados Unidos también tiene como objetivo la neutralidad del carbono para 2050. Las emisiones de GEI de EE.UU. (incluido el LULUCF) se redujeron un 11% en 2020, hasta 5.222 MtCO2eq, es decir, un 21% por debajo de los niveles de 2005, según la EPA (Agencia de Protección Ambiental) de EE.UU.. Esto se debió a un descenso del 11% en las emisiones de CO2 procedentes de la combustión de combustibles fósiles, principalmente por una caída del 13% en las emisiones del transporte impulsada por la menor demanda debido a la pandemia de COVID-19. Además, las emisiones del sector eléctrico también disminuyeron un 10%, lo que refleja tanto un ligero descenso de la demanda debido a la pandemia de COVID-19 como un continuo cambio del carbón al gas natural y las energías renovables.
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