La Nuclear Regulation Authority (NRA) de Japón ha anunciado que no tiene previsto ampliar los plazos para que los reactores nucleares cumplan los nuevos requisitos antiterroristas.
En consecuencia, los operadores nucleares Kyushu Electric Power, Kansai Electric Power y Shikoku Electric Power podrían tener que apagar sus unidades en 2020 si no cumplen con los requisitos a tiempo. Si de hecho los reactores se cierran, las importaciones de GNL podrían aumentar significativamente para compensar la reducción potencial de la generación de energía básica por parte de las centrales nucleares fuera de línea. Históricamente, Japón ha aumentado el consumo de electricidad generada por gas en períodos de menor disponibilidad de energía nuclear. Y los siempre bajos precios del gas natural hacen de la energía a gas la fuente más asequible y confiable más que nunca.
La capacidad total de electricidad de Japón es de 375 GW, incluyendo 228 GW térmicos (63 GW de capacidad de gas). La capacidad de gas ha crecido un 2% anual desde 2014 y el país cuenta con 208 Mt de capacidad de regasificación de GNL. Las importaciones de GNL se han mantenido estables desde 2015, alrededor de 114 bcm. Más de dos tercios del gas natural se utiliza para la generación de energía. Con el cierre de los reactores nucleares de 2005 a 2007 y desde 2011, el consumo de gas natural ha aumentado muy rápidamente (+5,9% anual, en promedio) entre 2005 y 2012. Con la reanudación de algunas centrales nucleares, el consumo de gas se redujo en un 4% hasta 126 bcm en 2015 (a partir de los niveles de 2014). El consumo se ha recuperado recientemente, alcanzando los 127 bcm en 2018, junto con la generación de electricidad a gas.
Japón también tiene 55,5 GW de energía solar, 3,6 GW de energía eólica, 50 GW de energía hidroeléctrica y 40 GW de energía nuclear (de los cuales sólo 8 GW en operación) (finales de 2018).