El Reino Unido ha anunciado el cierre de la central eléctrica de carbón que le quedaba en el condado de Nottinhamshire, en las Midlands Orientales de Inglaterra. La de Ratcliffe-on-Soar era una central subcrítica de 2 GW, compuesta por cuatro unidades de 500 MW. El operador de la central, la compañía eléctrica alemana Uniper, había planeado originalmente cerrar la instalación a finales de 2022, sin embargo, los planes se retrasaron debido a la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania. El cierre de la central de carbón de Ratcliffe-on-Soar marca el fin de más de 140 años de energía de carbón en Gran Bretaña, y también representa el primer país miembro del G7 en conseguirlo.
En septiembre de 2023, Uniper anunció sus planes de reconvertir la central para producir hidrógeno por electrólisis en el propio emplazamiento, con el objetivo de alcanzar los 500 MW de capacidad de electrólisis de hidrógeno verde en la década de 2030. El proyecto está sujeto a una serie de condiciones, como decisiones financieras, permisos urbanísticos y acuerdos de compra de hidrógeno. El hidrógeno producido se utilizaría para descarbonizar la industria, el transporte y la electricidad en las East Midlands.
El Reino Unido pretende alcanzar las emisiones netas cero en 2050, y también planea descarbonizar el sector eléctrico para 2035.
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