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El grupo energético alemán Uniper ha decidido romper sus vínculos con Rusia. De hecho, la empresa registrará una pérdida total por deterioro de su préstamo a Nord Stream 2 por un importe de 987 millones de euros. Uniper también reanudará el proceso de desinversión de la filial rusa Unipro (participada en un 83,73%), que posee y explota 5 centrales térmicas con una capacidad total de 11,4 GW a finales de 2021. Uniper, que tiene una cartera de unos 370 TWh de contratos de suministro de gas a largo plazo, incluidos 200 TWh con Rusia, seguirá suministrando gas ruso a Europa en virtud de los contratos existentes, pero no celebrará nuevos contratos de suministro de gas a largo plazo con Rusia. El grupo pasará gradualmente del gas natural a los gases de baja o nula emisión de CO2, y diversificará su cartera de gas aumentando la de GNL, reactivando los planes para una terminal de GNL en Wilhelmshaven (Alemania), donde podría desarrollarse un centro de importación de amoníaco e hidrógeno ecológico. Por último, Uniper no prorrogará sus contratos de suministro de carbón ruso que expiran a finales de 2022.



Además, Shell se retirará de los hidrocarburos rusos, incluidos el crudo, los productos petrolíferos, el gas y el GNL, de forma escalonada. En una primera etapa, la empresa dejará de realizar todas las compras al contado de crudo ruso, eliminando los volúmenes de petróleo ruso de su cadena de suministro de crudo, y cerrará sus estaciones de servicio, combustibles de aviación y operaciones de lubricantes en Rusia. Anteriormente, en marzo de 2022, Shell se había comprometido a abandonar sus empresas conjuntas con Gazprom y entidades relacionadas, incluida su participación del 27,5% en el proyecto de exportación de GNL Sakhalin 2 y su participación del 50% en Salym Petroleum Development y la empresa energética Gydan.